Santoyo, en tierra de campos, una localidad que no deja indiferente a quién la visita.
Su Iglesia "catedralícia" de San Juan Bautista, Declarada monumento Nacional en 1978, con su torre de cinco cuerpos y con su portada de estilo plateresco, habla de lo que fue la villa en otros tiempos. Con su Retablo Mayor del siglo XVI, junto con el resto de retablos que visten su interior, su órgano del siglo XVIII, del que podemos disfrutar en los conciertos que desde Diputación organizan para la época estival. Su coro con un artesanado mudéjar y albergando en su parte superior un facistol de nogal de estilo gótico con rica ornamentación y una sillería de nogal de época renacentista. Y al lado opuesto, y con su disposición única, la capilla mayor, de estilo gótico florido burgalés del siglo XV, con una planta endecagonal y de bóveda estrellada. De su cúpula, como dicen los entendidos, sólo se podría comparar con la florentina de Brunelleschi, entre otras muchas maravillas que guarda la iglesia "catedralicia" y el archivo de la villa.
Eso sin contar el centro temático del Palomar, dedicado a una tradición muy arraigada en esta tierra, la cría de palomas. En el veremos entre otras cosas, los dos tipos fundamentales de palomares, los que recogen las aguas hacia el interior del edificio depositándolas en un aljibe, que servia para las palomas, y los que las vierten al exterior. El más particular y único, el de forma lobulada, es un palomar hexagonal con cubos o torreones cilíndricos adosados en los vértices.
Maquetas del Centro Temático del Palomar. Fotografía de Teresa
Maquetas del Centro Temático del Palomar. Fotografía de Teresa
Maquetas del Centro Temático del Palomar. Fotografía de Teresa
Maquetas del Centro Temático del Palomar. Fotografía de Teresa
No hay comentarios:
Publicar un comentario