martes, 21 de julio de 2015

MONASTERIO DE SAN ANDRÉS DE ARROYO

Nuestro último viaje formativo fué al norte de la provincia. Visitamos la Ermita de San Pelayo de Perazancas , joya del románico del Boedo- Ojeda palentino, fuimos a la “Casa del cangrejo” en Herrera de Pisuerga, conocimos la sensación de remontar una esclusa en el canal de Castilla (la 6ª) y paseamos por el interior de uno de los más conocidos monasterios cisterciense de Castilla y León, el monasterio de San Andrés de Arroyo.

Dice la tradición que en el arroyo que corre al lado del monasterio se encontró una estatua de San Andrés, de ahí el nombre que se da al monasterio.

Este se encuentra en un lugar apartado del término de Santibáñez de Ecla, en la comarca de la Ojeda palentina. Fundado por la condesa doña Mencía de Lara en 1181. Aunque como el resto de comunidades monásticas de España sufrió la exclaustración de Mendizábal del año 1836, volvió a cobrar vida dos décadas más tarde con una nueva comunidad de monjas cistercienses. 


www.sanandresdearroyo.es

Como todo cenobio medieval, el conjunto de iglesia y dependencias claustrales se halla rodeado por una muralla abierta mediante una gran puerta clasicista.

En el interior, lo primero con lo que nos topamos es con el rollo de justicia ya que la abadesa tenía "privilegio de horca y cuchillo" es decir jurisdicción penal sobre los aldeanos de un total de once villas. Realmente este rollo se encontraba en lo alto del cerro (El Cerro de la Horca) donde los reos eran ajusticiados, pero se trajo aquí en tiempos más recientes.

A la izquierda (norte) encontramos una pequeña capilla con una espadaña tardorrománica y una pequeña puerta de arco apuntado. Un pequeño cartel reza "Capilla de Forasteros" aunque en origen fue la Capilla de Ajusticiados donde pasaban sus últimas horas aquellos que iban a ser llevados al citado cerro para ser colgados de la horca. Observando a la derecha (sur) un amplio patio ajardinado con las modernas dependencias monacales. Enfrente tenemos la iglesia abacial que es junto al claustro y la sala capitular las estructuras monumentales más interesantes.

El burgalés Monasterio de las Huelgas Reales va a servir de modelo para la construcción de San Andrés de Arroyo.


A la iglesia se accede por  su lado norte a través de un pórtico con cuatro arcos apuntados que conservan muy bien su traza exterior, no así el interior modificado en época contemporánea, en él se conservan capiteles en muy mal estado, el arranque de la primitiva bóveda y cuatro sepulcros medievales. La puerta exterior es tardorománica. Con los elementos habituales de arquivolta, baquetones, capiteles de hojas de acanto y molduras decoradas en picos, salvo que la arquería es ya apuntada, anunciando el gótico.

La joya del monasterio es el claustro de arcos tímidamente apuntados sobre esbeltas columnas pareadas y capiteles finamente trabajados con motivos vegetales en tres de las cuatro crujías, albergando a veces cogollos o bolas. Estéticamente está claramente emparentado con las Claustrillas de las Huelgas de Burgos. Las galerías norte y sur están constituidas por dieciséis arcadas, mientras que en la del oeste se distribuyen diecinueve.

Destacan las columnas esquineras, más gruesas y únicas, con fustes profusamente decorados y capiteles en filigrana que se salen ya de los cánones más rigurosos del estilo cisterciense. En particular una de ellas, con fuste labrado dibujando franjas en zig-zag y flores de seis pétalos, y con un capitel de tallos calados casi al aire, de gran virtuosismo. En el centro del patio hay una fuente traída por el rey Pedro I de Castilla a la localidad palentina de Astudillo.

arteguias

La sala capitular es una estancia cuadrada con una espléndida bóveda de crucería. Su acceso desde el claustro posee, además de la puerta, cuatro ventanales apoyados en gráciles columnas con buenos capiteles de hojas rizadas. Contiene dos sarcófagos decorados con motivos evangélicos: uno, el de la fundadora, la condesa Mencía, primera abadesa del monasterio, y el otro el de la condesa María Díaz de Haro, sobrina de la fundadora y segunda abadesa, ambas condesas de Lara por sus respectivos matrimonios. En el centro del muro se muestra una imagen románica en piedra de San Andrés, supuestamente aquella cuyo hallazgo propició la fundación del monasterio.

unosamigosdeparadores.blogspot.
Y despues de empaparnos de arte y naturaleza subimos al autobús de regreso a Palencia













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