En la zona noreste de la provincia, estas comarcas son de lo mejor del románico palentino, atesorando un patrimonio de primer orden de tipo monástico: San Andrés de Arroyo o Santa Eufemia de Cozuelos, pero con iglesias de enorme valor como las de Perazancas, Moarves de Ojeda, etc.
De manera extendida hablaremos de la Ermita de San Pelayo situada en Perazancas, pero en este epígrafe señalaremos alguna otra iglesia perteneciente al Románico de la Ojeda:
- Iglesia Parroquial de la Asunción
La iglesia parroquial de la Asunción de Perazancas de Ojeda suele quedar eclipsada por la ya citada ermita de San Pelayo, pero no hay que olvidar los importantes testimonios románicos, de probable origen monástico, de este edificio.
Originalmente tenía planta de cruz latina y triple ábside aunque las reconstrucciones históricas sólo han dejado de época románica, al margen de la espadaña, el ábside central de buena sillería con sus canecillos y un precioso ventanal moldurado con columnillas.
El plato fuerte es la portada, cuya primera peculiaridad es que el apoyo interno está constituido por triples columnas, que es algo muy poco frecuente.
Además, la arquivolta intermedia está decorada con una corona de músicos (algunos con cabezas de animales) que tocan diversos instrumentos medievales: tambores, arpas, violas, laúdes, etc. A pesar del desgaste de algunas de las figuras se aprecia las manos de un taller cualificado tras ellas.
- Quintanatello de Ojeda:
La iglesia parroquial de Quintanatello de Ojeda está dedicada a la asunción de la Virgen. Se trata de un edificio realizado en dos campañas constructivas separadas por más de dos siglos pero con intención de establecer un nexo de unión estilístico.
La cabecera es una obra tardorrománica, podiblemente de las primeras décadas del siglo XIII. Al exterior es de humilde mampotsería, sin articulación alguna y canecillos mayoritariamente de perfil de nacela.
Más interesante es el interior, pues observamos dos parejas de columnas en el arco triunfal y en el de embocadira del presbiterio con el ábside. Son de temática vegetal, pero de aceptable talla.
La Ermita de San Pelayo en Perazancas:
En primer lugar citaremos el origen mozárabe del templo que se aprecia en la puerta occidental. Los elementos de esta puerta (de especial interés son las columnas con capiteles corintios de clara estética prerrománica) debieron pertenecer a un templo anterior mozárabe desaparecido cuando se construyó la parte románica y reaprovechada y colocada en este lugar.
La iglesia es un edificio de finales del siglo XII, de tres naves con bóvedas de crucería góticas. En un principio tenía una única planta de cruz latina de una sola nave. De su cabecera triabsidal solo se conserva la central.
Transformaciones posteriores cambiarán la dirección del eje de la iglesia quedando el ábside románico en un lateral aprisionado por dos capiteles del siglo XVII.
En el exterior del ábside hay un elegante ventanal de arcos de medio punto decorados con hojas acaracoladas y entrelazados vegetales. La portada meridional es de gran originalidad, en donde la archivolta se dispone de forma radial una orquesta de 16 personajes, un pequeño coro y algunas danzarinas. En los capiteles erosionados se representa la huida a Egipto, San Jorge y el dragón, grifos afrontados y hojas de acanto. En la puerta de acceso destaca los herrajes forjados del siglo XI.
También destacamos el conjunto de frescos románicos que se sitúan en los muros interiores. No obstante, la conservación es muy deficiente, por lo que no se puede distinguir con claridad las escenas de Cristo, los Evangelistas, el Apostolado así como otros personajes bíblicos.
Interior de la Ermita de San Pelayo en Perazancas (Fotos de Delia) |
Exterior de la Ermita de San Pelayo en Perazancas (Fotos de Delia) |
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