jueves, 7 de mayo de 2015

ALEJO DE VAHÍA


Alejo de Vahía, este nombre nos sonara a muchos si alguna vez hemos etado visitando alguna de las ediciones de las Edades del Hombre o la imageria de alguna iglesia Castellana. Y esto es así porque fue un imaginero reputado en Castilla la Vieja donde desarrollo una multitud de obras entre los años 1480 hasta 1515.
Pero la curiosidad más importante de este artística es que a pesar de tener un taller laborioso en Becerril de Campos, no firmaba sus obras; por lo que durante siglos se desconocio totalmente su figura y legado. De ahí que solo podamos conocer su obra gracias a una serie de características personales que dejo en sus trabajos del gótico tardio.
Así pues, os dejamos aquí un pequeño resumen de las características propias de este celebre vecino de Becerril de Campos para que, a grandes rasgos,  podamos disguir tanto en madera como en pidra su legado.
v  Los Rostros: Ovalados, alargados y finos. Las cejas son arqueadas partiendo desde la  sien de la nariz. Ojos abultados y algo caídos hacia los lados. Nariz afilada y un poco redonda en la punta. Boca recta con una barbilla prominente y redondeada.
Rostros cubiertos bajo velo con pliegues poligonales en su parte inferior y ondulado hacia la altura de las orejas cayendo sobre los hombros, y doblez en la parte superior viviéndolo al medio. Normalmente los utilizaba para representar a personas de cierta edad.
v  Cabellos:  Cabellos en las figuras femeninas esta partido en el centro, a la altura de las orejasdonde  comienzan las ondas y se divide en mechones entrelazados formando curvas.  En las figuras masculinas los rasgos más característicos son sus rizos simétricos tanto en el pelo como en la barba, siendo significativos sus dos rizos simétricos en la frente. Dependiendo del avance de su obra, unos son más marcados que otros pero siguen el mismo patrón.
v  Vestimenta: Los pliegues en forma de V o curvos de las vestimentas de las imágenes entorno al pecho o debajo de la cintura,  es sin duda el rasgo más significativo y común tanto el género masculino como femenino.
En los cristos el perizonium o  paño de pureza,  suele estar de dos formar: horizontal, anudándose en la cadera; y el otro en forma de V, cruzándose el paño. En los dos casos el borde superior desciende mucho, de modo que deja descubierto el vientre y, en ocasiones, la parte superior del pubis, según la costumbre generalizada a partir del siglo XIV de acentuar la desnudez de Cristo para poner énfasis en su humanidad.
v  Disposición del cuerpo: Las figuras son esquemáticas en cuento a su anatomía, y en general en los cristos crucificados se percibe caderas altas, mulos cortos en relación con la pierna, y la tibia muy proyectada hacia delante.  Pero,  la mano derecha levantada, con la palma vuelta hacia el espectador y los dedos pulgar e índice juntos es uno de sus rasgos más característicos y fáciles de distinguir.
Nota: si queremos ver en nuestra provincia obras de este ilustre imaginero solo tenemos que acudir a la Catedral de Palencia donde se haya en su relablo mayor la imagen de Maria Magdalena o Santa Ana Triple; o también, en la Iglesia-Museo de Santa Ana en Becerril de campos o Santa Eulalia en Paredes de Nava.


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